jueves, diciembre 10

Carta a Simone

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Golondrina de agua,

el preludio de tu vuelo me inquieta.

Conozco bien tu naturaleza y es verdad ...

Algún día tus plumas cortaran el horizonte.



Cuando tu reloj marque las 12,

y con gracia falles la media verónica ,

un asta fugaz descoserá tus muñecas

y toda tu poesía será una pálida tibieza.



Al irse el rosado de tus labios,

harás llover jazmines sobre mi almohada

y así ya no existirán las lloviznas del verano...

Solo tendré una febril primavera aguzándose en mi pecho.



Solo te pido que pares el reloj desenfrenado de los días,

Que tu melodía sea un bello lamento entre los sauces.

Solo te pido que no abras tus alas al infinito,

soy demasiado cobarde para acompañarte.



Y si tu vuelo al fin fuera...


¿Que sería de este espectador

si ya no brillaran tus ojos de cine?