El reflejo visto desde adentro.
Lo profundo.
Entre la tibia luz
dejas de moverte
para no sentir el frío,
y tu sombra se dispara
impar hacia lo hondo.
En lenta suspensión,
descendiendo bajo un sol liquido,
murmuras
para no abandonar tú trance:
Ninguna persona
vive el fondo del mar
sin antes dejarse caer.