miércoles, abril 14

.
.
.
Sentados a la mesa,
bebía yo un té,
ella un libro.

Compartíamos
el cómodo silencio de la distancia,
porque no era la misma mesa
ni era el mismo cuarto.

Compartíamos un momento
que era de ambos y de ninguno.

Alguien se preguntó
quién imaginaba a quien.

Se posó la taza de té…

Se cerró el libro.
.
.
.